Los libros sagrados, como la Biblia, están llenos de referencias a la buena administración de los recursos. La espiritualidad nos ayuda a regular nuestras conductas morales y nos recuerda que haber contraído una deuda es un tema de obligaciones y responsabilidades.
Leer oraciones o salmos puede ser una práctica de meditación que le permita a tu mente entrar en un estado de concentración. Este ejercicio, lejos de ser una solución mágica, te ayuda a reducir el estrés, pensar con mayor claridad y abrirte a la posibilidad de encontrar soluciones prácticas.
A continuación, te presentamos algunas oraciones que combinan la fe con un llamado a la acción y la disciplina.
Oraciones para la abundancia y la salida de deudas
Oración de renovación a Santa Marta
Esta oración es un llamado a la renovación personal. En lugar de pedir que el problema se resuelva por sí solo, pide la fuerza para cambiar tus hábitos y tomar el control de tu vida financiera.
- “En primer lugar, oh Santa Marta, te pido que renueves mi vida y también renueves mi ser. Hazme una nueva persona. Restaura mis sentimientos, mi hogar, mi familia y mi empleo. Abre una puerta, Señor, donde yo pueda generar ingresos que me permitan salir de las deudas, problema que necesito resolver con urgencia y es la razón por la que a ti acudo.”
Esta oración es un reconocimiento de que necesitas ayuda y un compromiso para reorganizar tu vida. Los versos posteriores refuerzan la idea de planificar tus finanzas y evitar gastos superfluos.
Oración a San Judas Tadeo, el abogado de las causas desesperadas
San Judas Tadeo es un santo muy invocado para resolver problemas difíciles. Su oración refleja la urgencia de una situación financiera crítica, como la amenaza de un embargo, pero también subraya la necesidad de actuar.
- “Recurro a tu bondad infinita para que intercedas por mí en esta necesidad que hoy me apremia. Tengo infinidad de deudas que me tienen agobiado y necesito salir urgentemente de estas antes de que puedan embargarme.”
Oración a San Mateo para el trabajo y el negocio
Esta oración, que San Mateo supuestamente usó para bendecir su negocio, hace énfasis en el esfuerzo y el compromiso personal. Lejos de pedir un milagro, la oración es una declaración de intenciones.
- “San Mateo, glorioso Evangelista, en tus manos dejo la buena marcha de mi negocio, devuélveme la alegría de verlo prosperar, yo me esforzaré en todo lo que de mí dependa, y pondré todo mi esfuerzo y entusiasmo para que funcione perfectamente, ofreceré muy buena calidad en mis productos, seré animoso, atento, paciente y cortés con los que vengan a comprar para que se vayan satisfechos y regresen pronto.”
La parte más importante: La acción y la disciplina financiera
La fe puede darte la fuerza para comenzar, pero la disciplina es lo que te llevará a la meta. La alegoría bíblica de la multiplicación de los panes y los peces nos deja una enseñanza clave: el milagro sucede cuando ponemos de nuestra parte, por pequeña que sea. Para multiplicar tu dinero, no esperes un milagro; busca la forma de hacer un mejor uso de los recursos que ya tienes.
- Reconoce la situación: El primer paso es admitir que tienes un problema de endeudamiento.
- Crea un plan de acción: Elabora un presupuesto, reduce gastos innecesarios y busca cómo aumentar tus ingresos.
- Busca ayuda profesional: Si te encuentras en una situación de impago, con reportes negativos en centrales de riesgo, es momento de buscar expertos.
¿Qué hacer si ya estás en una crisis de deudas?
En la actualidad, existen plataformas que ofrecen soluciones para liquidar deudas en mora. Estas empresas, como Bravo, se especializan en la rehabilitación financiera y te ofrecen un camino claro para salir de deudas sin la necesidad de pedir más créditos.
Su modelo se enfoca en:
- Proporcionar asesoría financiera experta.
- Ayudarte a diseñar un plan de ahorro realista para saldar tus deudas.
- Negociar con tus acreedores para conseguir un descuento sobre la deuda, facilitando así su liquidación.
Al final, estas plataformas te ayudan a convertirte en un usuario responsable de los productos crediticios, mejorando tu historial crediticio y evitando que vuelvas a caer en una situación de sobreendeudamiento.
Así, la oración te da la fuerza, pero la disciplina te da la libertad. Al combinar la fe con un plan de acción concreto y el apoyo de expertos, puedes superar cualquier obstáculo financiero y recuperar tu tranquilidad.